Me estoy desangrando...
siento que la vida se me escapa gota a gota,
siento el cálido frío de la muerte arañarme la espalda
anidar en mi pecho
chispear en mis ojos
palpitar en mi sexo.
No hay heridas, ni sangre ni estertores
pero mi luz se apaga mansamente
mis manos agonizan en la sombra
y mis labios se agrietan como tierra marchita
Siento cálidas olas en mi vientre
y temblores helados en mis huesos,
la ternura hace espumas en mis brazos,
se repliega y ataca con más furia
pero la tempestad me arrebató la arena
y hoy en mis playas solo quedan rocas.
La diosa negra me envuelve con su manto
pero Selene no viene a socorrerme
siento sus pechos duros de azabache,
siento su delta espumoso arrebatarme
pero no la deseo
y sus efluvios me producen nauseas
y sus besos se pudren en mi boca.
Ya no me queda tiempo ni esperanza
tiendo mi mano buscando una caricia,
abro mis ojos en pos de una mirada
pero reina la nada
una nada abismal que todo lo devora
que me engulle en su oscuro remolino
y me arrastra a las simas infernales
del miedo y la nostalgia.