Allí me desperté entre sueños enmarañados,
oscuros, llenos de tristeza y olvido
y corrí, corrí desesperadamente tras un poco de luz,
de vida, de amor,
pero no encontré el camino de regreso,
perdí las huellas en la oscuridad,
sentí miedo, miedo de estar allí
en medio de gritos estruendosos,
ensordecedores de silencio,
entre sombras galopantes de una noche fría y tenebrosa.
caminé, caminé por mucho tiempo,
tratando de encontrar la salida
y de pronto sentí pasos tras de mí
y al voltear me vi rodeada de enormes sombras
que me señalaban y se reían,
escuché sus murmullos penetrantes que decían
quiere volver a la vida, si de allí viene,
porque también corrió y huyó
refugiándose en las alas de la muerte
y ahora, ahora tampoco está conforme
y quiere seguir huyendo ¿Hacia donde?
ya no puedes huir, aquí termina el espacio, la luz,
solo hay vacío, solo sombras perdidas en la nada
y olvidadas en el tiempo, no hay evo,
no busques lo inexistente.
Ahora, solo estas tu en la amnistía
eterna de tu propio silencio
y sentí que aquello que llamaba vida,
se desvanecía y me sumergía en mi misma
hasta hacerme casi desaparecer
y llegar a ser tan diminuta como un pedacito de nada
y me aferré a lo poco que me quedaba,
una extraña fuerza y supliqué a Dios
despertar nuevamente y encontrarme
en los recónditos suburbios
de algo que se llamara vida
y me escuchó, me rescató de la nada
y volví al murmullo, al gigantesco desorden humano
llamado mundo, maravillosos y colosal mundo,
he regresado después de haber cruzado
las fronteras que separan a la vida de la muerte.
Aquí estoy viviendo, aferrandome a la vida
hasta el último hálito de mi existencia,
entre luces y sembrando las huellas
para no volver a perderme entre las sombras de la noche.
Ahora me siento viva entre los albores
de mil despertares entre gritos
que me recuerdan mi existencia,
con mi espacio y con mi tiempo,
sin huir de mi, ni de la vida.
Aquí estoy en mi sino, despertando,
viviendo, siendo yo autentica,……..irreverente
hoy y siempre.