Vendría a verte de pronto
para buscarte y rogarte
que nunca me dejes sola,
que te quiero aunque me falte
todo el tiempo de tu tiempo,
todo el gozo de tu cuerpo,
toda la atención medida
que a veces me alcanzaría
si cada tanto te encuentro
en el medio de la nada
corriendo un rumbo concreto.
Vendría a buscarte siempre
por las laderas nevadas
con los álamos celestes,
en los paseos sedientos
de amor, atención y ganas.