David Arthur

Donde helechos empapados de rocío aún duermen

 

 

Se detuvo por un momento

para escuchar los susurros de un arroyo,

todavía escondido en la bruma matinal,

ningún otro sonido perturbaba el alba somnolienta,

ni siquiera el despertar del sol,

paulatinamente difundiéndose en la quietud

 

 

Es la hora que guarda como un tesoro

para sentir y oler la esencia del bosque,

cual un castillo cerrado para intrusos

su puente levadizo ya subido,

y  así  liberar su pensamientos, aqui

donde helechos empapados de rocío aún duermen

 

 

Ha encontrado su santuario sagrado,

solamente para él y sus sentimientos fieles,

una meditación íntima para comenzar su día

en un  mundo de negocios y ganancias,

donde los problemas y las tareas

no dejan paso para la sensibilidad

 

 

Aguantó ya la mitad de su vida el peso

de una cruz de claves perforantes,

para colgar los días deprimentes de conformidad,

pero en noches de cielos despejadas

con su mirada a la luz celestial, Arcturus,

estrella gloriosa de brillo anaranjado,

que igual como el bosque,

tranquilidad de espíritu lo brinda

 

David Arthur  ©®

La foto propia