De nuevo el sol
renace, con sus rayos,
del día gris.
Se anima el día.
Hay nuevos coloridos
y hasta sonrisas.
Es que la luz
contagia las pupilas,
puertas del alma.
De nuevo veo
posarse los gorriones
en los jardines.
Oigo su canto,
sin nota y revoltoso,
tan desigual.
Veo a los gatos
que escuchan y persiguen
negras siluetas.
De nuevo estoy
buscando entre las sombras
ciertos recuerdos.
Pero no encuentro
aquel que más me importa.
Donde estás tú.
Cierro los ojos,
y escucho tus latidos
junto a los míos.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/02/21
Algo tiene el sol y la luz que anima el corazón de las personas y hasta parece que la sangre corre más limpia por las venas. También el cielo con ese azul, inmaculado, pone su granito de arena y hasta se escapa un suspiro de sus labios que llega a las pupilas.