Estuve atrapada e inerte en las roídas entrañas
de la larga y monótona vida, que me has dejado.
confusa estuve y, aún salir de allí, no lo he logrado.
Lo ensayo con fuerza, pero hay emociones extrañas.
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Ando por el mundo cómo si lo viera por vez primera.
No lo puedo evitar, todo es novedoso y conmovedor.
En el amor no soy tan avezada, pero sí la primavera.
La que adora las flores, sus fragancias y esplendor.
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Cada día me veo más, conmigo misma y me asusta
Tengo certeza de haber estado perdida, sin saberlo.
Hoy, me he dado permiso sabio y nada me disgusta
en ese entusiasmo que me acosa todo quiero tenerlo.
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Me siento libre de ser, de amar, de andar por la vida
con la frente en alto, blandiendo mis amores y deseos.
Esta existencia no ha sido fácil y, ahora, sí dejo cabida
para lo que ha de llegar y aparto los tontos lloriqueos.
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Siempre recordaré los versos del hombre que extraño.
Con su verbo supe de felicidad y de mentirosos sueños.
Me mostró que, a veces, la verdad es solo un engaño.
Supe que de la mentira y la verdad somos los dueños.
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¡Con sus lindos colores vuela la alada y esquiva mariposa,
anda luciendo sus alas abiertas en una danza maravillosa!