Minuta
Plectro transitorio y esquemático,
pintado de mil colores enigmáticos
casi como un placebo quilatico,
pretendiente y, de sobremanera sistemático.
Atribuciones del cielo y el infierno
que sólo corresponden a lo lógico,
a quien guarda en su espíritu mediático,
las más incongruentes adicciones;
los que, dejan pasar las causas y los males,
pues resultan simbólicos sus juicios,
nada hacen, nada encienden,
ni las múltiples victimas que han dejado de hacer eco,
y ahora, sólo yacen esqueletos y cenizas,
oro viejo y flor silvestre.
Se esconde en un silencio monocromático,
olvidando el hipocrático juramento
que ha proscrito para hacerse indiferente;
y ésta, es la minuta y orden del día:
—A casi nada, se da sentencia,
sólo, se señalan los hechos y culpan,
a la víctima por ser mujer, ella, es la causa
de todos los males,
habidos,
y por haber.