Estoy enfermo, muy enfermo de verdad, y mi enfermedad lo confieso en este preciso instante, no tiene cura, pues es de esas enfermedades raras que nadie entiende, se llama Amor, y como tal, el efecto más fuerte que tiene, es hacerte sentir que estás enamorado de la vida.
Y por casualidad, o porque el destino así dispuso, quiso que ayer de inmediato me enamorará de una mujer maravillosa, no sé bien cómo sucedió, pero la llevé a mi casa, y mientras yo preparaba unas copas, ella se desnudo completamente, y al darme la vuelta para llevarle su copa, me quedé en Shock , realmente era una mujer muy inteligente y bellísima , pero su cuerpo parecía esculpido con tal perfección, que no podía creerme lo que enfrente a mi tenía.
Y entonces me fijé en sus ojos de gata, y sus labios carnosos, fervientemente me pedían que la besará, su olor, que no se me olvide su olor, su olor, desprendía toda ella tal aroma, que embriagaba el aire que yo respiraba, era su esencia, una fragancia que solo lo tienen las Diosas, y al aproximarse aún más a mi, pude apreciar su lenguaje corporal que me decía,
- \" Tómame ya \"
Y por si acaso no le entendía, remató diciéndome
- \" Hazme el amor ahora \"
Y yo ni corto ni perezoso, inmediatamente, le escribí una Poesía
porque lo que más aprecié de ella independientemente de su belleza corporal, es que en ese instante me entregó su alma desnuda en bandeja de plata
Mael Lorens
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de Autor 13/08/2021