Alvarofe

Los nĂºmeros vivos

No es cierto que el lenguaje crea la realidad.

Hay cierto gusto en la fascinación por las ideas raras e irrebatibles, pero pensar que algo por ser irrebatible es verdad, es erróneo. Pensar que una idea es veraz porque es novedosa y contra-intuitiva, es aún más falaz. Cuando una idea nos sacuda por su originalidad, debemos ser cautos, saborear el placer, como quien saborea una manzana, pero cuestionar su fondo evitando caer presos de nuestras limitaciones y vanidades.

 

Criticar al lenguaje como artilugio para descreer de la existencia del ser, de la conciencia, de la materia o de la carne, es un abuso exagerado y sobre ponderado de una de las potencialidades que operan en el Hombre para ejecutar su existencia.

Criticar el lenguaje por ser un sub-producto histórico-evolutivo (sub-entendiendo la historia como una suma de casualidades que se rigidizan con la fuerza de la costumbre) es una trampa de la razón, una falsa valentía, y un consuelo secreto al sentirse descubridores de un orden comprensible en el orbe.

 

\"Nada es real, 

No existen verdades absolutas, sólo interpretaciones tan vanas como el polvo del que estamos hechos\"

 

Estas frases se creen valientes e inteligentes, pero tras su máscara, hay miedo, debilidad y estupidez. Pero sobre todo miedo a no enfrentar el mundo con ojos desnudos.

 

Negar los instrumentos que operan en nuestra existencia, es un menosprecio a la potencia que reside en nuestro espíritu y se manifiesta con la materia. Es como negar al martillero, porque su martillo no martilla bien alguna vez.

 

 

 

Es cierto, sin embargo, que la estructura misma del lenguaje manipula las de forma de la intuición, debido a sus simetrías y estructuras intrínsecas.

 

Es cierto que, muchas veces, el lenguaje nos piensa, y no somos nosotros quienes lo pensamos.

 

No es cierto que si un amigo que nunca falta a la verdad nos miente una vez es un mentiroso.

 

 

 

 

 

Quiero inventar una nueva clasificación en los números.

Los números vivos.

Como sabemos, existen los reales, imaginarios, racionales e irracionales. Y dentro de lo que son los racionales, tenemos un caso especial, que son los periódicos, que parecen irracionales, pero son racionales. Yo quiero inventar sólo para mi entretención, los números vivos. Dícese de aquellos que parecen racionales, pero son irracionales.

Si un número periódico, es, por ejemplo el 0,222 y el 2 se repite hasta el infinito, un numero vivo, sería 0,22222 pero que cada 19.989 dígitos apareciera un 0, después un 5 cada 1.807.001.

Postulo que esta vida guarda similitud con estos números. Parece racional pero es irracional.

 

Como dijo Chesterton:

 

“El hombre sabe que hay en el alma tintes más desconcertantes, más innumerables y más anónimos que los colores de una selva otoñal... cree, sin embargo, que esos tintes, en todas sus fusiones y conversiones, son representables con precisión por un mecanismo arbitrario de gruñidos y chillidos. Cree que del interior de un bolsita salen realmente ruidos que significan todos los misterios de la memoria y todas la agonías del anhelo”