Te esperé y no llegaste.
No llamaste, no me buscaste
Y aún así, a pesar de todo
Te sigo amando.
Tal vez te ame en silencio, para no molestarte,
Será probable que jamás leas mis cartas
Y que por más que intente no pienses en mi,
Como yo pienso en ti.
Es injusto, por que yo siempre estuve ahí,
No te fallaba y mis brazos anhelaban
Sostenerte por si tropezabas y caías,
En el hondo abismo de la locura y el vicio.
Fue ingenuo como el niño que cree en los milagros,
Al pensar que tu me ibas a amar.
Que ilusión tan elevada. Y al caer
Lo triste no fue el golpe, lo triste es la realidad que me acompaña.
No me amas, no me quieres; y,
Siendo más realista me desprecias.
No finjas más, que más daño haces a mi corazón,
No mientas, al menos por no pecar.
Dime que me aleje de ti, que note vuela a buscar,
No para que mi mente entienda.
Sino, para que el sentimiento vea, que
No es culpa mía que ese solo, sino tuya por hundirme en la soledad.