Siempre has de ver titilar
los fulgores de mi sueño;
por saber soy feliz dueño
de tu ternura sin par.
¡Y siempre habré de soñar
con tu rostro tan risueño;
buscando con mucho empeño
tu cariño preservar!
¡Rindo gracias a la vida
por traerte a mi vereda;
a darme tanta ilusión!
Eres lámpara encendida
cuya luz en mi alma queda
ofreciendo tu pasión.
Autor: Aníbal Rodríguez.