Que rara es la vida, morfeo me visita, aveces me ayuda a sobrellevar mis malos pensamientos. Recuerdo ahora mi infancia, tantas cosas han cambiado desde entonces, lástima que no existen las máquinas del tiempo, solo el pensamiento. Osado, eterno, fugaz.
Descubrir el mundo en ese entonces fue fácil, sentir, tocar, saborear, admirar, qué cosa bella la inocencia.
La vida es cruel y piadosa al mismo tiempo, sabemos muy bien donde iremos a parar al final de nuestras horas, morir no es un mito, mientas tanto, utopías pintando mis paredes grises.
Quiero recordar más de lo que recuerdo, el olvido es inevitable, seres de paso cargando miles de sueños. ¿Muero yo o mueren mis sueños? ¿Renazco yo o renacen aquellos?
Soltar, valorar, amar, abrazar, tantas cosas las que hacen de esta vida única. Quiero decir ahora que es el destello de sus ojitos que me tiene mal, no sé si te vuelva a sentir en la otra vida, si es que la hay claro, es la luz del sol que me calienta el alma cuando empiezo a sentir todo tan pasajero y distante, fueron tus besos que regocijaron mis penas más profundas y la luna me cobija en noches oscuras en las que no te encuentro.
Mi inocencia se fue en el momento que descubrí que nada es como parece, puedes amar pero no quiere decir que también te amaran con la misma intensidad.
Crecer es comprender que estar vivo son un cúmulo de cosas que dan sentido a tus pasos y tropiezos.
Etapas que destapan el pensamiento. Seres consientes de la órbita de la vida pero en evos de eternidad contigo.
amando
viajando
pensando
riendo
asi ando en esta etapa de mi vida.La juventud de mis pupilas quiere deslumbrarse y derribarse por cuestiones que aún no sé, pero nada es imposible si tomas el impulso necesario.