Dime tú…
¿Porqué cuando más mío te siento
llegan de la nada, las saetas de los celos
que atraviesan sin clemencia mi corazón
destrozando mis cimientos de concreto?
Y es que el amor de dos, no admite desafíos;
es tan egoísta que se olvida de las virtudes
velando solo por su propio interés; tirando
por la borda todo… al más mínimo desdén.
Dime tú…
Si así decidí amarte, ¿porque me resisto
a querer acomodar las cosas a mi gusto
llevando mi sentir por un desfiladero
que al más mínimo motivo se desquicia?
Qué difícil es amar en circunstancias
tan extrañas; y es que lo extraño es mío,
aun cuando desee una normal existencia
fui arrastrada a ser sinigual por la inercia.
Dime tú…
¿Porqué si amarte es un suplicio,
el alma se regocija a tu más leve tacto?
preferiría ser la dueña de tu odio,
porque al menos así, moriría de facto.
Pero no sé amarte de otra manera
porque te has fundido a mi alma;
eres como un tango, entre drama,
amor y pasión, te vuelves mi quimera.