Si tan solo pudiera vencer la fuerza del río
Que arrastra sin piedad mis abriles vividos
Para reconquistar mi ignorancia, vencer el olvido
y volver la pulcra mirada al pensamiento del niño
Mejillas carmín, cuál piel virginal
Como delicado pétalo de cándida infancia
Intacto se muestra, erguido ante un sol despiadado
De nuevo en tu regazo, Amamantando mi instinto
Vencido en tu pecho frágil, atesoro la vida
Impregnado mi corazón de tu aroma
Para asirme a tu pecho
Te tomaré de la mano, caminaré de nuevo
Contemplaré la tarde frágil a la oscuridad rendida
Lleno de abriles vividos, descansare a las sombras
Para gritar desde alma, la fuerza del río me ha vencido