No, no apagues la luz aún.
Déjame observar tu silueta con luz mientras voy desnudándote lentamente.
No amor, no apagues la luz,, quiero disfrutar tu cuerpo, no me importan las marcas que has adquirido con el tiempo, no me importan las imperfecciones en tu piel, por el contrario, se que necesitan la humedad de mis besos para desparecer, se que necesitan de mis caricias para sanar.
No temas amada mía, el amor se manifiesta cuando comprendes que la imperfección de una persona es la perfección a tus ojos. Y así es como yo te miro.
No amor, no apagues la luz aún, quiero recorrer cada uno de tus poros con mi lengua, quiero ver tu rostro conforme voy explorando tu intimidad.
Ahora sí, apaga la luz y dejemos nuestros demonios salgan, entreguémonos al placer, al pecado y la lujuria, dejemos está y en cada entrega sean nuestros cuerpos y nuestras caricias quienes hablen.