Pasaron por mi vida como pasan
las aguas por encima del cristal,
dejaron solamente un leve rastro
que el tiempo se encargó de evaporar
tu, en cambio fuiste el fuego que marcaste
mi vida con la huella del dolor
el rayo que desgarra el firmamento
el hacha que mi tronco cercenó
la sequía que cuarteó mi tierra
la tormenta que el cielo oscureció
el pedrisco que destrozo mi fruta
la plaga que mi huerta aniquiló
¡Como pude quererte y entregarme!
¡como pude apostar todo mi amor!
cerraste para mí todas las puertas
me diste las espinas de tu flor.