Si la clave es el amor
siempre puro y sereno
por qué el hombre es ajeno
a tan sublime fervor;
purifica el corazón
de tanta envidia y recelo
y contempla como el cielo
te dará la solución;
llena el mundo de cariño,
de honestidad y ternura;
de candor, como ese niño
que le suplica a la luna
ese beso cual suspiro
de su madre en su cuna...