Reflejaban esos ojos
de sutil verde esmeralda
su corazón dolorido,
su tremendo orgullo herido,
pero su ambición intacta.
Reflejaban esos ojos
de sutil verde esmeralda
su feminidad vibrante
con expresión irritante
y su confianza cauta.
Reflejaban esos ojos
de sutil verde esmeralda
una duda en su conciencia,
unas dosis de impaciencia
y una pena que no mata.
Reflejaban esos ojos
de sutil verde esmeralda
destellos esperanzados,
entre los decepcionados,
porque valor no le falta.
Los cien mil efluvios rojos
que turbaban nuestra calma
me impedían ver el alma
reflejada en esos ojos
de sutil verde esmeralda.
Hoy reflejan esos ojos
de sutil verde esmeralda
el orgullo de quien cuenta
que superó la tormenta
porque su mente es sensata.
Ya no hay efluvios rojos
que puedan turbar la calma.
La serenidad del alma
se refleja en esos ojos
de sutil verde esmeralda.