Jorge Briceño Carmona y Rafael Parra Barrios: Dos amigos que honran este vínculo, a través de la hermandad, la poesía y la bohemia, enalteciendo el parnaso yaracuyano.
A mis amigos
les dedico estas letras,
por cosas buenas
y tantas cantaletas,
que en la vida,
ahora, son anécdotas,
identidad, memoria
y existencia.
Diversas las experiencias
que vivimos,
que evocamos alegres
y subsumidos
en una copa de vino,
catando el común destino,
somos hermanos, compadres
y padrinos.
Este canto es una serenata
que honra la amistad innata,
entre guitarras, cuatros
y maracas,
el afecto es acá y allá,
en las odas sonoras
de una romanza.
Llegó el momento
de compartir un buen café,
de estar contentos
en tiempo de fe,
por el afán de un nuevo
amanecer,
que Dios bendice
en cada florecer.