Se ama a los veinte
y se ama a los treinta,
se quiere a los cuarenta
y también a los cincuenta.
Se desea a los sesenta
con un amor que desvela
y que no sabe de edades
sino de besos y estrellas.
Se ama estando lejos
y más aún estando cerca,
se ama sin quererlo
y se quiere a boca llena.