Vigile tun sueño,
ese que no querías dormir
Vi en tus ojos, ese miedo aterrador
Que te abrazaba fuertemente
Entrecortando tu respiración.
Entonces le pregunte a Dios
¿Por qué él no te daba su perdón
y terminaba con tu sufrimiento?
La noche pasó lentamente,
Moje tus labios con algodón.
Fueron las últimas gotas que sentiste
Y con ellas
en ese amanecer se secó tu vida.
Tus ojos por siempre se cerraron
Y exhalaste tu último adiós
Supe que el perdón llegó
Para no hacerte sufrir más.
Te vestimos con camisa blanca
y tu traje ternado,
Tu cuerpo aún estaba tibio
Más tu calor se había esfumado.
Fue tu último Adiós,
tu partida
y tu fin en esta tierra
pero no en mi corazón,
Siempre vivirás en él,
Como te extraño papito.