Te lo inventas y existe el autoengaño;
el autoengaño existe pensar el \"te quiero\".
Una realidad que es fea como el engaño;
el engaño es feo porque no es nada sincero.
La \"belleza interior\" existe para el feo,
un autoengaño para el feúcho y autoimpuesto;
una engañifa que a nadie,a nadie le deseo:
tan irreal que incluso llega a ser molesto.
La fealdad ocupa el campo del desorden;
la belleza sólo la ven el trono artístico,
la píldora con el síntoma del buen orden.
Ilegítima defensa y hambre de un físico
muerto,un ardid doloroso de infelicidad:
esto es el auténtico evangelio de la fealdad.