DE VERSOS
Cuando se apaga
la misteriosa sílaba de una inspiración,
cuando la costumbre del ruido
se baña en todo realidad;
la poética se hace sombra,
el verso es una raza que no conoce al escritor.
Y enmudezco...
La fabula se oculta.
La paz no respira.
Llora el día.
Hasta que una ventana se abre, baila la luz,
y como en un jardín florece poesía.
El escritor al fin, se pone traje de poeta.
Y yo, solo aplaudo...
Anton C. Faya