belen lopez sanchez

LuciƩrnagas

En la alegre primavera,

yo era un naranjo en flor.

Por un verde valle de gorriones

soñaba en vereda inquieta 

que recogía tus semillas de pasión.

 

¡Volad, luciérnagas de luz,

teñid mi mañana de azul!

¡Volad, luciérnagas de luz,

teñid de mañana mi rubor!

 

En el triste invierno,

yo soy marea de autor,

herida de laúd

que el viento azota

con maleza de dolor 

y negra sementera.

 

En su sombra tendida,

soy ruiseñor

entre mi canción de tímida azucena

y puñales de noche eterna 

bajo mis versos.

 

La muerte escucha desde la niebla

el viejo llanto de las hiedras

y mi voz lejana desaparece

en una corriente de río.

 

Mis venas por alba hundida

derraman pétalos de rosa perdida

para que los barcos de espuma

lleven hacia nuestro sueño rendido

el rocío tiritante de la luna

 

¡Corred, olas de fuego,

arrastrad la arena de mi corazón!

¡Corred, olas de fuego,

arrastrad la ceniza de mi amor!