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A ti, lector, que vienes a un poema
en busca del amor, o cualquier cosa
que en él tenga cabida, en verso o prosa...
Avanza un poco más, verás que quema
mi verso hasta en invierno, que la gema
presente en mí desciende de una rosa
sin pétalos, tan frágil como hermosa,
de tallo inerme y sabia por emblema.
Raíz de puro anhelo es su fragancia,
sus hojas deletrean alegría
del agua que la riega y da sustancia.
Y el viento, que acaricia su armonía,
la besa con pasión, con elegancia,
y eleva su suspiro a poesía.
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M. Á. M.