Esos sonidos altos y molestos
provocados ningún sin sentido,
de una forma acelerada
dañarán nuestros oídos.
Esa música tan moderna
con estruendoso sonido,
no puede llamarse música
porque es un horrible ruido.
Ya en las grandes ciudades
se actúa con decisión,
con duras leyes y ordenanzas
la indeseable contaminación.
La contaminación sónica
es un agente muy peligroso,
que muy rápido deteriorará
nuestro sistema nervioso.
Cuando se habla con gritos
sin ninguna moderación,
estamos contribuyendo
a que haya contaminación.
Debemos crear conciencia
con campañas de educación,
para poder acabar de una vez
la dañina contaminación.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,11/08/2021.