En el 1912, en un 11 de octubre,
viste la luz en tu linda y bella Caracas.
amamantada fuiste, en finas butacas.
Tu madre, tarareando te descubre.
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Luego el Hada de fama a ti te cubre.
De niña fuiste traviesa y cantarina,
te movías entre arcos y sordinas.
Pero tu voz requería entonación
y, de a poco, tu vida fue la canción.
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Y te llamamos Bel Canto, la Zarina.
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Mujer galardonada en los escenarios
muchos alabaron tus proezas vocales;
frente a ingleses, italianos y canarios,
exhibiste tus virtudes excepcionales.
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Tus maravillosa voz te dio a conocer,
fuiste la Donna mimada del mundo
y recibiste estima y halagos por doquier.
La fama te cubrió de un éxito rotundo.
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¡Nunca una pasión fue mejor expresada,
por tus dotes vocales fuiste consagrada!