Joselin Guzman

Ciclos

 Cada espacio de tiempo cumple su cometido...

Hoy después de veintiocho vueltas al mundo no puedo hacer más que dar gracias.

Dios bendito tantos tropiezos, tantas caídas, tantos buenos momentos y luchas que hoy me conducen a ti.

¡Gracias! Al fin puedo ver que tu camino y tus fuerzas me han llevado a los más grandes hallazgos y las más grandes sorpresas. 

He recibido las más bellas palabras, las mejores intenciones, los regalos más exquisitos y las compañías más solidarias.

Me diste los más bellos amaneceres y los más luminosos anocheceres. Tuve y disfrute de los más hermosos ángeles y su sabiduría.

Y todo te lo debo a ti.

Al fin veo esa luz pero no al final sino dentro del tunel. Siento ese sabor de amor y ese calor de hogar que siempre tuve y no valoré. 

Me diste los lazos más grandes e imposibles de crear con personas que son mi familia aunque no lleven mi sangre. 

Me mostraste que la lealtad no viene sólo de almas sino de amistades fuera de serie. Que no son necesarias las palabras cuando una colita revolotea alrededor de ti.

Me enseñaste que los abrazos unen pesonas, unen vidas, unen almas. Que todo se da en vida y que se honra en muerte.

No importa cuantas vueltas al mundo me falten, cuantos latidos me queden y cuantas bocanadas de aire vengan todavía. Hoy sé que todo te lo debo a ti y que cada instante es valioso porque tú me lo obsequias. 

-Joss-