La felicidad se logra con mucho sacrificio
para poder obtenerla.
Las penas se opacan con un poco de alegría.
Pero con almas resentidas, a veces
es muy difícil. Ayudar anímicamente
al que postrado está...
El hecho de haber estado tan enamorados,
y este amor ya no existe,
no es motivo para que me destruyas el alma.
Te estoy pidiendo un imposible...
que me alegres la vida...
¡cómo podrás hacerlo
habiendo tanto resentimiento!...
Los resentimientos amargan el alma propia,
y al ser por el cual estás resentida...
Cuando una pareja deja de amarse,
cometemos la injusticia
de olvidar casi siempre, los mejores momentos compartidos...
En la buena época de la comprensión, la solidaridad,
y el eterno amor prometido...
Palabras, sentimientos, promesas, acciones,
momentos de placer, que se apagan, se extinguen...
como el breve fuego de un fósforo encendido.
No te digo todas mis palabras con rencor...
simplemente quiero hacerte ver una realidad
de mis pasados sentimientos, y los actuales...
nuestro pasado ha sido inmensamente feliz,
nos cuidábamos uno hacia el otro,
con todo el amor que sentíamos...
Sentir amor... y después hacerlo desaparecer...
eliminarlo de nuestras almas...
alegrías que fueron...
ya olvidadas...que ahora están sólo en el pasado.
Si él volviese, nuestro presente sería el mismo.
Pero así no es.
La alegría de antes, pasó al olvido eterno...
pero no me destruyas el alma...
La sigo teniendo, y no lograrás matarla...
porque así mi corazón dejaría de funcionar...
Todo lo nuestro te agradaba,
todo era vida... la cual entre los dos
la hemos convertido en algo que existió...
y ya no existe más...
Ambos hemos sido responsables.
No te culpo.
Ni me culpes.
No pretendas destruirme el alma,
porque aunque no lo merezcas,
ella sigue viviendo...por ti...
esperanzada que todo pueda llegar a ser como antes...
imposible, lo sé...
De mi parte, todo lo aceptaría nuevamente...
pero te conozco, tú no lo has de aceptar...
¿entiendes por qué?
Dímelo...¿por qué esta diferencia de sentimientos?
es porque uno de los dos ha dejado de amar...
y el solo hecho de estar separados,
me libera de tu hipócrita presencia.
Mejor has de estar donde estás...
no sé dónde... y te digo que ya no me importa...
sólo te pido no pretendas seguir destruyendo mi alma...
Nos hemos separado,
cada uno por caminos distintos...
es la mejor conveniencia para ambos...
Nunca te he visto llorar por amor...
en este momento trato de contener mi llanto...
no me destruyas el alma...
Todos los derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto -25/08/2013)