Yo no quiero vivir ante un espejo
ni ver pasar la vida en la pantalla,
quiero gozar, sufrir, tender la mano
abrazar, consolar, reír sin tasa,
quiero escribir en la piel de la mentira
y corregir sus borrones y sus manchas
abrir los brazos al amigo y al hermano,
hacer que el mundo sea nuestra casa.
Quiero vivir compartiendo mis suspiros,
mis pesares, mis sueños mis quebrantos,
tender mi mano a aquel que la precise
unirme al mundo en un cósmico abrazo.
Quiero sentirme libre y solidario,
ciudadano del mundo, caminante,
peregrino en pos de la utopía
cantor, poeta, músico ambulante.
Brinda conmigo y bebamos trago a trago
el elixir divino de la vida
aunque a veces la copa esté vacía
y otras veces, el trago sea amargo
aunque el sol no amanezca cada día,
aunque el cielo se encienda con los rayos
de la guerra, del hambre y la injusticia
no podrán ni rendirnos ni aplastarnos