Te sigo escribiendo,
y es porque te sigo pensando.
Te sigo pensando,
y es porque te extraño.
Aun te extraño,
y la razón de eso es que aun no encuentro
a una mujer tan maravillosa como tu,
que haga olvidarme de ti.
Te pertenezco,
y se que tu me pertenece,
y ojalá que algún día podamos
estar los dos.