José Luis Barrientos León

La niebla y el rio

 

La niebla flota sobre la montaña

Cubriendo al árbol de un canto de esperanza

La nube llega a nuestros cuerpos, dormida

Melancólica, con su velo blanco y virginal

 

El frío resbala por tu sien

Tu rostro concibe una sonrisa

Tímida mi mano se acerca a tu mejilla,

Para entibiar tu piel como mi caricia

 

Dulce encanto del alma, entre nieblas y montaña

Misterioso nimbo tras tu rostro, nacido de la bruma

El río gime en su cauce virginal, procreando el mar

Desgarrando sonidos, con el roce del agua entre las piedras

 

La mirada que se pierde en el verde irresistible de las cumbres

Colibríes de vuelo libre que de la flor se nutren

Mariposas que entre brumas agitan los vientos

Y mi mirada absorta contemplándote entre garúas

 

Cuando las gotas de lluvia descansen en tu piel

Y tímidos mis labios se humecten en tu frente

Y el sonido dulce y melancólico del viento entre los árboles

Inunde los sentidos, mi mano se acercará a tu hombro

Y unidos en un latido suspiramos de amor

Entre la niebla y el río