Antonio Liz

Papel

 

 


Quiero que calles, pero tengo la esperanza de no sufrir por réplicas de garabatos sin fin. 

Reacciono a tus ocurrencias,  aquellas que palpitan dentro de todas tus ideas.

Me siento invadido, porque ya no soy puro por todo el escrito.

Mi pasión es darte el camino, mientras tú riegas tus letras sin tiempo definido.

Los borrones me intrigan nuevamente a tu imperfección, pero me agrada porque haces magia para entregarme algo mejor.

No sientas que me estás haciendo daño, porque sea lápiz o pluma, los punzones ingieren el mejor relato.

 Tu mirada se desconecta de mí cada vez que buscas que escribir, y es cuando aprecio tu dolor de cabeza, que se propone a la obra maestra.

No tienes el porqué cantar triunfo, ya que con tus gestos de victoria siento que as hecho una hermosa literatura. 

Esperas con emoción toda positiva conmoción, mientras yo al ver el punto final, me declaro nuevamente tu arte genial.