\"Hay que empezar por el principio. Y el inicio de todo es el coraje. (... ) El coraje es la virtud inaugural; pues lo que es necesario llevar a cabo no se hace automáticamente, sino que proviene de nosotros mismos; somos nosotros quienes ejecutamos nuestros propios actos, pues -sin nuestra intervención- las cosas ocurrirían únicamente por su propia inercia\" (Vladimir Jankélévitch). ***Nuestro coraje es pues la única fuerza capaz de imponerse a las fuerzas aniquiladoras y depresivas de la mente, frente a las que el alma (ese ánimo y fuerza vital que nos anima) parece perder a veces su propio aliento vital.