Hay un hermoso amanecer…
Las aves vuelan y surcan el cielo llenas de alegría.
Las rosas y las flores, expanden su aroma de regalo por tu grata existencia.
Todo se armoniza con la espléndida luz de tu alma,
y tus ojos son testigos de la obra del padre; creador de este universo…
Este día también será testigo de esa presencia tan maravillosa, y pura.
De saber que existes por obra del amor.
Que eres única y radiante como los rayos del sol que iluminan todo a su paso…
¡Siempre hermosa!
¡Siempre viva!
Una rosa para toda la vida.