El viento y la lluvia engendran la poesía
Que se escribe en los adobes del alma
El canto de un pájaro enamorado
Que trina su historia, como criatura ávida de ensueño
El viento que te transporta entre abstractos de la memoria
Donde el ayer anhela el hoy y sueña el mañana
Donde su sonido entre verdes arboledas son vocablos
Que deshilachan el alma absorbida en silencios
La lluvia que me acompaña desde la noche inmensa
Apagando el fuego de tu cabello negro en mi almohada
Dando alas a mi soledad, hasta alcanzar la cima de la melancolía
Desnudando los sueños en la cornisa de la niebla
El viento y la lluvia apagando la luz de las palabras
Encendiendo el fuego de la esperanza
Reavivando la ternura en los labios muertos
Removiendo las piedras tiranas en la garganta
El viento que se convierte en oxígeno
Oxígeno que se convierte en aliento
Aliento que te acerca a mi pecho
Para sanar las heridas en el alma
La lluvia que apaga los miedos
Los miedos que olvidan los nombres
Cuando entre brumas tu cabeza se posa en mi hombro
Y la flor de tu aroma se abre al viento