¡Hoy has de callar porque es preciso que escuches y sientas!
Que te deleites en el rumor de las cristalinas aguas que corren libres.
Que oigas las caricias que el viento da a las verdes hojas y su regocijo.
Que toques las gotas del roció mañanero en las flores y te perfumes.
Hoy, hay que besar y sorber el aliento de las flores en la aurora…
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¡Hoy hay que tocar con los ojos la belleza de esta mañana!
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Escucha, te pido, el canto silvestre del viento en tu rostro.
Siente el murmullo de las nubes que van de retirada en el día.
Mira a lo lejos los rayos coralinos del sol que vienen a posarse.
Abre los brazos y llena de alegría matutina tu pecho compungido.
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¡Siente y mira cómo la luz del amanecer va tomando su trono!
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Pisa descalzo la tierra y llénate de su magia que, de ella vienes.
Aspira en cada paso la nobleza que esa madre ha puesto en ti.
Da gracias por estar vivo y en posesión de tus poderes dormidos.
Regocíjate en la grandeza de estar vivo y camina hacia la vida…
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¡Expande la gratitud, el perdón y la benevolencia por este gran día!
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Recuerda que el mar en su lejanía e inmensidad te espera…
Mira a lo lejos en el horizonte ese cielo confundido con las aguas.
Toca con tu alma las espumosas figuras que dejan a su paso las olas.
Haz burbujas con la espuma y pide todos los deseos a ese cielo…
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¡Piensa que todo en esta tierra y más allá, te pertenece y, así será!
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Hazte uno con tu día y disponte a recibir el atardecer con esa alegría.
Piensa y siente que hoy todo será maravilloso en ti y en los otros.
Comulga con la diosidad que entroniza tu Ser y sé uno con tu Dios.
Hazte cargo, por este mágico día, de ser inmensamente tú en todo.
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¡No hagas caso de los sonidos impertinentes de la gente y haz música!
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Recréate en un atardecer lleno de triunfos para contarle al sol que se va.
Disponte a recibir a la luna con sus estrellas y ponle la luz de tu corazón.
Escribe para ti, la más hermosa poesía que darías a un niño que está feliz.
Disponte a descansar con un cuerpo lleno de gratitud y de esperanzas.
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¡Recuerda que Mañana tu día será más bello porque te estás amando!
¡Por favor, hazte cargo de la creación, de tu creación!
¡Ah, voltea a mirar a tus hermanos y recuerda ellos son tu espejo!
Nada de lo que pienses o sientas por tus pares se diluye o desaparece.
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En ellos, esos extraños o cercanos otros, está depositada la magia vital.
¡Ese mundo maravilloso te espera, pero no estarás solo, llevas lo creado!
Cierto, que la creación eres tú, pero en este plano, no andas nunca solo.
Te sigue tu herencia, la herencia de otros y lo que han creado tú y lo otros.
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En el mundo no habrá nunca paz, sin concordia, por ello, haz de ti el cielo.