Llámame a donde no estés,
Para llegar de improviso,
Quedarme en ese lugar,
Hasta que mis ojos cansen,
Hasta que mis labios cierren,
Y no te pueda nombrar,
Llámame a donde no estés,
Compraré un billete de ida,
Será un viaje sin retorno,
Sin hola, sin despedida,
Solo poesía de adorno,
Y el mundo bajo estos pies,
Que no soportan la carga,
De la absurda levedad,
Te lo pido por piedad,
Último gesto cortés,
Cuando me quieras hablar,
Llámame a donde no estés.