Lo más extraño de esa circunstancia o mundo en que tenemos que vivir, consiste en que nos presenta siempre, dentro de su circulo y horizonte, una variedad de posibilidades para nuestra acción, variedad ante la cual, no tenemos más remedio que elegir, y por lo tanto, ejercitar nuestra voluntad.
La circunstancia - repito- el aquí y ahora dentro de los cuales estamos inscritos y prisioneros, no nos impone en cada instante una única acción o hacer, sino varios posibles dejándonos cruelmente entregados a nuestra iniciativa e inspiración; por tanto a nuestra responsabilidad.