Amada mía
Amada mía, Amada mía,
Amada de mis días, de mis meses y años
Castillo fundado sobre la roca,
Débil soy ante los besos de tu boca
Tus sentimientos más blandos despiertan cuando el bello Dragón de tu interior duerme sobre páginas en blanco
Amada mía, tu sabiduría es elevada al cuadrado, sumando amor y restando recuerdos de rencor.
Yo soy la bestia, tú la más bella,
Y nuestro arte, la gran obra maestra,
Miles de sonrisa pinta sobre la brisa
Que aviva el fuego de nuestro amor eterno.
Ernest EBA