Las ovejas negras,
las terribles no apuestas,
las margaritas tiernamente marchitas,
las afrentas prohibidas.
Los desahuciados de la vida,
los perdedores de los sistemas,
las sonrisas de los girasoles,
todos ellos son mis amantes.
Las ovejas negras, el apoyó al débil,
es quizás lo único que tengo de poeta,
siempre lo he tenido, sale de dentro,
no es algo marketiniano, es algo único.
Nunca estaré del lado de los ricos,
ni de los más sanos y afortunados,
me atraen los defenestrados y olvidados,
pero a pesar de todo son únicos.
Los poetas malditos, Lorca era uno de ellos,
bajo esa sonrisa escondía una pena infinita,
la homosexualidad estaba y el lo sabía,
en contra de esa España de pasada penumbra y perpetua envidia.
Siempre pienso en uno de mis mejores amigos,
el dice que lo tiene todo,
porque así lo piensa, estoy seguro que otro..,
en su lugar no lo pensaría,.., es único.
Las ovejas negras, los poetas malditos,
en España ha habido muy pocos,
pero muy grandes, Lorca, Bequer, infinitos,
les llevaba a entender a los desheredados.