Sobre el pasto suave y humedecido
Reposan inocentes mis recuerdos,
Imágenes, sonidos, texturas que se reavivan en los dedos
Suavidades sublimes y elusivas, que recrean y agitan los sentidos
Aquí, sobre la greda donde se revela el mundo
Te revelas tú, entre el arroyo cristalino y el verde intenso
Reflejando en el azul de la esfera,
La delgada luz de tu mirada.
Cubriendo las sombras de misterio,
Impregnando la tierra de nostalgia
Como si la noche llorase tu ausencia
Y sus lágrimas revistieran la hierba
La garúa tiende su manto húmedo y terso
Para recibir el cuerpo anhelante
Rendido e indefenso sobre la yerba
Quisiera poder hablar con las flores
Extasiado y libre, entre sus aromas,
Atenuar la furia de tu ausencia
Aquietar la obsesión de imaginarte
Y acariciar tu piel desde mi alma
Sobre el pasto suave y humedecido
Descansa abandonado el cuerpo exhausto
Piadoso en inmaculado en lo terrestre
Erótico y alevoso en el quererte.