José Luis Barrientos León

Sobre la greda

 

Sobre el pasto suave y humedecido

Reposan inocentes mis recuerdos,

Imágenes, sonidos, texturas que se reavivan en los dedos

Suavidades sublimes y elusivas, que recrean y agitan los sentidos

 

Aquí, sobre la greda donde se revela el mundo

Te revelas tú, entre el arroyo cristalino y el verde intenso

Reflejando en el azul de la esfera,

La delgada luz de tu mirada.

Cubriendo las sombras de misterio,

Impregnando la tierra de nostalgia

 

 

Como si la noche llorase tu ausencia

Y sus lágrimas revistieran la hierba

La garúa tiende su manto húmedo y terso

Para recibir el cuerpo anhelante

 

Rendido e indefenso sobre la yerba

Quisiera poder hablar con las flores

Extasiado y libre, entre sus aromas,

Atenuar la furia de tu ausencia

Aquietar la obsesión de imaginarte

Y acariciar tu piel desde mi alma

 

Sobre el pasto suave y humedecido

Descansa abandonado el cuerpo exhausto

Piadoso en inmaculado en lo terrestre

Erótico y alevoso en el quererte.