Una estrella y un lucero
jugueteaban al amor
él la amaba con locura
ella sólo era ilusión.
Descendiendo se posaron
en la gran inmensidad,
donde se une el firmamento
con los colores del mar
Navegaron en un barco
hecho de perla y coral,
decorado con gaviotas
y caballitos de mar.
El susurro de la brisa,
quien los quiso complacer
entonó una melodía
que los invitaba amar.
Danzaron alegremente,
y rieron sin parar,
de repente de sus ojos
el llanto quiso brotar,
al pensar que con el alba
deberían regresar.
Y cruzaron nuevamente,
en la gran inmensidad
entonando una canción
pues allá ellos volverían
a jugar con el amor.