NO ENSEÑES AL PROFESOR
Cómo es el amor, no quiero, que me digas,
ni siquiera con frases excelentes;
mi búsqueda es tenaz y perceptiva
y logro otearlo en las cosas vivas
y husmearlo en los cabellos de tu frente.
Es sabor, para mí, esencia y panorama,
música revolcada en los rumbos del viento,
lo encuentro en la blancura que sube de tu cama
llega hasta los doseles y luego se derrama
en lo que no comprendo, no intuyo, ni presiento.
Por eso cuando digo que te amo, suena exacto,
no hay forma de negarlo en todo el universo;
tu puedes resumirlo si te agrada lo abstracto,
pero tu amor conlleva la fuerza del impacto
que hace trizas mi vida y me construye un verso,
o los versos que escribo para que tú sonrías,
para que yo me admire sintiéndote halagada,
-recuerdos que me arropan en las noches más frías-
cuando todo es tristeza… dolor… melancolías…
En este amor que siento, te encuentras consagrada.