Tu cuerpo, jardín de mi fuente
desde que me atrae tu aroma
en el rincón de tu lecho asoma
tu desnudez tan blanca y ardiente.
Como un fino beso en la frente
y el abrazo que mi cuerpo toma
sobre en tu belleza se desploma
un beso de amor eternamente.
Cuanto amor diera mi alma
en esa emoción que te calma
tus carnes frías y manos triunfales
En tu pudor fingido, donde brilla
tus ojos sin luz, y temblarían
tus senos, tu boca, sobre mis males
Autor: Augusto Cuerva Candela Registrado en Safe Creative