Navego en tus aguas
Con una mirada empeñosa de espectador
Acurrucado en mi orilla, en bajamar
Acordándome de una que otra canción.
Dicen que tus olas sacuden como huracán
Quizá si dudara me iría a navegar
O me aseguraría,
Que Neptuno no es de fantasía
O que este poema, pedazo de ironía
Me transportara, seguro a otra orilla mejor.
A través de ti, mar de engaño.
Pero sé, que esto es puro suponer.
Dicen por ahí que después de envejecer
Y ver en retrospectiva
No habría una comitiva, ni esfuerzo suficiente
Que me trajera nuevamente
Por arrepentido a este lugar.
Marea curva y adormitado mirar
Pues se forma entre tu vaivén
un par de cejas de delgada mirada,
preferiría el alma apuñalada
antes que vacilar otra vez.
Ya no te quiero ver
Marea desgraciada,
de azul color de piel.