Cada noche de nuestra vida
Yo quisiera dormir contigo
Ser tu más cálido abrigo
y tu almohada más querida.
Y si no me quedo dormida.
Arrullarte cuando duermas,
para que tú siempre vuelvas.
Quiero esmerarme en el trato
y darte nuestro amado retrato,
que te inspire a que resuelvas.
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¡Si hay dudas en el amor de dos,
es mejor es encomendarse a Dios!