Vitola era una actriz cómica
en el cine mejicano,
más carne tenía en el nudo
un chorizo de marrano
Nuestra Vitola moderna,
migrante de área rural,
era una tabla pulida
por delante y por detrás.
Pero señores, para eso
se presta la silicona,
para tapar los defectos
de algunas doñas de ahora.
Y la triste vitolita,
se pusa a ahorrar la platica
para llenar los vacíos
que la tenian tan flaquita.
En una tarde cualquiera
y en una triste desgracia,
a nuestra remozadita
la atropelló una ambulancia.
Como iba sin documentos,
sin ser identificada,
pues nuestra nueva Vitola,
como NN fué enterrada.
Pero pasado algún tiempo,
llegaron los familiares,
a descifrar los secretos,
de sus despojos mortales.
En la triste ceremonia
de lograr la inhumación:
El cadáver de Vitola:
¿Puros huesos?.....pero no.
Al frente del esqueleto:
Un par de senos inflados.
Y donde termina el raquis,
un par de glúteos colgados.
Sin embargo, siendo vieja,
se viene la moraleja:
Lo tabú para el gusano,
es caviar para el humano.