Luis E. Calderon Romero

MORALEJA

Vitola era una actriz cómica

en el cine mejicano,

más carne tenía en el nudo

un chorizo de marrano

 

Nuestra Vitola moderna,

migrante de área rural,

era una tabla pulida

por delante y por detrás.

 

Pero señores, para eso

se presta la silicona,

para tapar los defectos

de algunas doñas de ahora.

 

Y la triste vitolita,

se pusa a ahorrar la platica

para llenar los vacíos

que la tenian tan flaquita.

 

En una tarde cualquiera

y en una triste desgracia,

a nuestra remozadita

la atropelló una ambulancia.

 

Como iba sin documentos,

sin ser identificada,

pues nuestra nueva Vitola,

como NN fué enterrada.

 

Pero pasado algún tiempo,

llegaron los familiares,

a descifrar los secretos,

de sus despojos mortales.

 

En la triste ceremonia

de lograr la inhumación:

El cadáver de Vitola:

¿Puros huesos?.....pero no.

 

Al frente del esqueleto:

Un par de senos inflados.

Y donde termina el raquis,

un par de glúteos colgados.

 

Sin embargo, siendo vieja,

se viene la moraleja:

Lo tabú para el gusano,

es caviar para el humano.