José Luis Barrientos León

Tu mirada me besó primero

 

Tu mirada me besó primero,

Desde el tiempo eterno que reflejó tus ojos

En la sonrisa ingenua que se clavó en mi alma

Y el latido inconstante del corazón agitado

 

Te dije sí, sin pronunciar palabra

Desde el silencio absorto que selló mi boca

En el espacio eterno que descubrió los sueños

Y el tiempo simple de un sutil ¡si quiero!

 

Tu mirada me amo primero,

Desde aquel instante en que nació el recuerdo

En la conflagración intensa que provocó tu aliento

Cuando mi mano ingenua se acercó a tu pecho

 

Te dije si, al cerrar los ojos

Desde aquel momento en que sentí tus labios

En el delirio interminable que me suscitó tu beso

Cuando tu pecho angélico se fundió en mi alma

 

Tu mirada me abrazó primero

Desde la montaña pura que nos cubrió de niebla

En el rocío fresco que me aferro tu vientre

Cuando tu humedad inocente se convirtió en aurora

 

Te dije si, cuando mi quietud abisal te alcanzo una estrella

Desde el verso puro que te llevó a la nube

En aquel instante en que me entregue a la sombra

De tu cuerpo albo cobijando el mío.