Dios a veces nos envía
Bendiciones dobles
Y tú viniste al mundo
Para confirmar esa bendición
Desde tu nacimiento
Te cobijo el abrigo
Del amor inmenso de tu tía y yo.
Representas mi orgullo
Mi dicha, mi esperanza
Eres el sol que ilumina
Mis nublados días
Y la brisa que refresca
Mis tardes de calor.
Tú has sido empeño
Constancia y disciplina
Talento e intelecto
Y muchísima responsabilidad.
Solamente puedo decirte, gracias hijo mío
Gracias por ser un hombre honorable
Un amigo solidario, el mejor hermano
El ejemplo a seguir.
Hoy no encuentro palabras
Que expresen mi sentir
Por tus nobles acciones.
Ni adjetivo alguno
Que describa tu gran corazón.
Que orgullosa y tranquila
Camino a tu lado
Que inmensa felicidad siento
Por tus metas logradas
Y ese futuro tuyo, tan prometedor.
Las buenas acciones
Siempre tendrán recompensa
Y tú hijo mío, bendecido serás
En todos tus caminos estarás seguro
Por qué Dios y mi amor te acompañaran.